El Partido Comunista de Andalucía en Córdoba llama a la solidaridad con todos los trabajadores y trabajadoras que se están viendo obligados a trabajar los días festivos debido a la liberalización de horarios aprobada desde el Gobierno andaluz y el Ayuntamiento de Córdoba. En nota de prensa enviada a los medios, y ante la declaración de toda la ciudad de Córdoba como Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT), el PCA “rechaza rotundamente la medida, que permite que las grandes empresas, multinacionales y franquicias abran los días festivos a costa de sus trabajadoras y trabajadores, atentando contra la conciliación familiar y el descanso del personal laboral, que sufre una sobreexplotación inaceptable”.
Destacan también que “el empresariado generalmente evita cualquier riesgo y no contrata personal nuevo, ya que la mayor parte de los comercios que abren los días festivos reparten las jornadas de trabajo entre su plantilla para que trabajen un domingo o festivo, a cambio de un día libre entre semana, o incluso se compensa con medias jornadas y horas sueltas repartidas a lo largo de la semana. Por lo tanto, esto imposibilita cualquier tipo de conciliación familiar y provoca que el personal acabe siendo más esclavo de su trabajo, en especial en fechas destacadas como las campañas de Navidad”.
Destacan también desde el Partido Comunista que el comercio es un sector muy feminizado, con un 62 % de mujeres, y que “esta liberalización de la derecha profundiza aún más la brecha de género, exacerbando la explotación laboral de las mujeres, que son una vez más las principales afectadas por la precariedad laboral”. El PCA señala que el Convenio Provincial de Comercio no establece nada respecto de los festivos, por lo tanto, se supone que los cambios son voluntarios para el personal, “pero abriendo masivamente, como se está haciendo desde que se ha puesto en marcha la medida, la voluntariedad se pierde.”
En palabras de Fran Martínez, secretario político local del PCA Córdoba, “defendemos a la clase trabajadora afectada por las medidas laborales de la derecha, que busca tan solo incrementar los beneficios de las grandes empresas a costa de sus trabajadoras y trabajadores, extendiendo un modelo de consumo que destruye la economía local y el consumo responsable. Además, la medida es innecesaria desde el punto de vista de consumidores y consumidoras”. Añade Martínez finalmente que “la ampliación de horarios no genera más contratos ni mejora las condiciones laborales de las personas que trabajan en el sector, sino que aumenta la sobrecarga de trabajo y hace a los ricos más ricos y a la clase trabajadora más esclava de su trabajo”.