Llegamos a un nuevo 8M con unos datos, con unas cifras de desempleo femenino demoledoras, de una brecha salarial que se reduce tímidamente no por la mejora de los salarios y de las condiciones laborales de los sectores más feminizados sino por el empeoramiento de las condiciones laborales y salariales de los hombres. [Todavía no se han visto los efectos positivos de la subida del SMI]
La temporalidad, la precariedad y la pobreza tienen rostro de mujer. Como también tiene rostro de mujer la explotación sexual y por eso no vamos a ceder ni un ápice en la defensa de la dignidad de las mujeres y no vamos a cesar en la defensa de un empleo de calidad y unas pensiones dignas [hay que recordar que el 77% de las personas con una pensión no contributiva son mujeres] Por eso no nos detiene que un 8M caiga en domingo para defender, apoyar y secundar una huelga Feminista. Porque tiene más sentido una huelga de cuidados [los fines de semana solemos dedicar más tiempo a los cuidados] y también tienen sentido la huelga de consumo y laboral puesto que los domingos también trabajan los sectores más feminizados y precarizados como son las Kellys (que han sido un ejemplo de lucha y de reivindicación laboral en los últimos años), las limpiadoras y cocineras de hospitales junto con el personal sanitario también muy feminizado, la atención al cliente tanto teleoperadoras como empleadas en taquillas de estaciones de tren, autobuses, trabajadoras de los aeropuertos y aerolíneas, la hostelería,etc...Las comunistas seguimos en las calles defendiendo a las víctimas de las violencias machistas (las agredidas, vejadas, violadas, asesinadas...) pero también a las víctimas de la violencia estructural e institucional: las desahuciadas, las privadas de servicios públicos como la atención sanitaria [hemos visto como en el mes de noviembre del año pasado se cerró un paritorio en Verín, Galicia, obligando a las mujeres de parto a desplazarse a Ourense a más de una hora de camino para parir) y por ello las mujeres se han puesto en pie de guerra hasta que han conseguido recuperar el servicio arrebatado. Igual que han hecho las camaradas de la Sierra Sur que se han dejado la piel reclamando una atención sanitaria de 24h porque las mujeres de las zonas rurales son especialmente castigadas por el desmantelamiento de los servicios públicos.
Porque las mujeres estamos siendo atacadas por el neofascismo que ha entendido que las mujeres organizadas no sólo somos capaces de acabar con las opresiones inferidas sobre nosotras sino que somos capaces de acabar con el sistema que genera esas opresiones. Las reivindicaciones históricas de las mujeres que arrancaron de forma organizada hace ahora 110 años se mantienen vigentes porque pese a los avances conseguidos y las opresiones eliminadas, las barreras derribadas... queda mucho por hacer. Seguimos triplicando y cuadriplicando las horas de dedicación a los cuidados (rol social quenos han adjudicado patriarcado y capital) que los hombres. Las que deciden romper con el peso de la tradición , la educación y la cultura diseñada por el nacionalcatolicismo franquista son señaladas, cuestionadas, estigmatizadas, juzgadas... en sus capacidades como madres,educadoras, profesionales...
Seguimos con los techos de cristal intactos y cuando losrompemos somos cuestionadas y atacadas. Los ataques al movimiento feminista son abiertos y definidos, con un objetivo claro: la división y la destrucción mediante la introducción de discursos y terminología perversa metódicamente estudiada. Después de 2018, tras el éxito de la movilización y de la huelga feminista, el capital introdujo en el movimiento feminista el debate sobre prostitución, regulación o abolición.
Después de 2019 y de haberse repetido el éxito de la movilización feminista del 8M el debate introducido es sobre el concepto de mujer: quién puede y quién no puede ser mujer. Las mujeres biológicas estamos a punto de perder esa consideración, la de mujeres, en tanto que encontramos manifiestos de asambleas feministas que distiguen entre “mujeres y personas gestantes” por lo que pasamos a ser entes definidos por la gestación y no por la plenitud de nuestra esencia.Todo ello con la clara intención de ocultar, de invisibilizar el verdadero problema: la lucha feminista es una cuestión de clase.
Porque las mujeres de las élites económicas, sociales y políticas no sufren opresiones por razón de clase. Hay avances para todas como la recién aprobada Ley de Libertades Sexuales que beneficia a todas las mujeres, también a esas de las élites sociales, políticas y económicas... (una de las grandezas de las políticas de izquierdas,que benefician hasta a las que se oponen a ellas) En definitiva: este 8M sigue siendo necesario reivindicar (y no celebrar) el día de la mujer trabajadora (porque trabajo tenemos todas aunque no todas tengamos empleo), sigue siendo necesario cuestionar al sistema, para derribarlo y construir un sistema nuevo, igualitario,democrático y socialista. Por todo ello, seguimos en las calles porque la lucha feminista acaba de empezar!