• Este 8M “Día Internacional de la Mujer” hay que celebrar las conquistas alcanzadas desde las políticas de igualdad en el Gobierno de España, sin olvidar los derechos por los que seguir luchando.

• Ana Castro, responsable provincial del Área Feminista del PCA: “Aquellas manifestaciones en las que salíamos agarradas a nuestras compañeras a decir que no era abuso que era violación, nos ha traído el “Sólo sí, es sí”, que ya es ley. Como es ley es la igualdad salarial o el aborto libre sin tutelas. Ése es el camino en los espacios unitarios”.

Este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres trabajadoras, las comunistas tenemos mucho que celebrar pero también muchas razones para seguir luchando. “Aquellas manifestaciones en las que las feministas salíamos a las calles agarradas a nuestras compañeras a decir que no era abuso que era violación, nos ha traído el 'Sólo sí, es sí', que ya es ley. Como son ley la igualdad salarial o el aborto libre sin tutelas”, explica Ana Castro Benítez, responsable provincial del Área Feminista del PCA en Cádiz.

A pesar de las resistencias, los avances en igualdad y las leyes feministas son el reflejo de las demandas del movimiento feminista: de su capacidad de organizar, movilizar y generar conciencia hasta llevar las demandas a las instituciones. “Ése es el camino. Los espacios unitarios en los que nos cuidemos y nos dotemos de la capacidad de cosernos a nuestras compañeras, por encima de todo, por los objetivos comunes y por las luchas contra el patriarcado y el capital”, continúa Castro. En estos últimos tiempos, la ofensiva patriarcal contra las feministas y nuestros derechos se ha endurecido, por ello es necesaria frenar las desavenencias y el discurso negacionista con una respuesta unitaria y unidad de acción en las movilizaciones.

Bajo el lema por el 8M del PCE 'Barriendo el Patriarcado', desde las filas del Partido Comunista de Andalucía en Cádiz hacemos un llamamiento a la participación en las movilizaciones del 8M. Para celebrar, pero también para impugnar el sistema capitalista y patriarcal que nos explota y somete a trabajos y salarios precarios; la brecha salarial que se alarga hasta las pensiones; y la concepción capitalista del trabajo.