El Partido Comunista (PCA), a través de su representación en Izquierda Unida, exige al Gobierno Local que predique con el ejemplo en la ciudad y permita la opción teletrabajar a los servicios no esenciales. Más de 1.000 personas podrían desarrollar su actividad desde casa sin que se resintieran los servicios públicos.
El Gobierno Local continúa negándose a fomentar el teletrabajo pese a las recomendaciones del Gobierno Central que aconsejan que, "siempre que sea posible, se fomentará la continuidad del teletrabajo para aquellos trabajadores/as que puedan realizar su actividad laboral a distancia". Así mismo, el Núcleo Comunista de Jerez insta a la corporación municipal que deje de mirar hacia otro lado mientras esta tercera ola se descontrola en la ciudad y desarrolle medidan que protejan a los trabajadores, dando ejemplo así para la ciudadanía y el resto de empresas de la comarca. Y mal ejemplo es el que se da si se insiste en forzar al conjunto de la plantilla a asumir unos riesgos que podrían ser perfectamente evitables y no se adoptan medidas que son sencillas de adoptar y ayudarían a contener la epidemia.
El comité de empresa advierte: "hemos de decir que cada vez son más las/os compañeras/os contagiados y no se sabe a ciencia cierta el origen, a pesar de las declaraciones que afirma rotundamente el gobierno municipal que no se producen en el entorno laboral, puesto que muchos acuden a trabajar sin saber si están contagiados o no y que los refuerzos que dice haber hecho son nulos".
Según nuestro camarada Raúl Ruiz-Berdejo, concejal en el Ayuntamiento de Jerez, “qué mensaje está mandando el Ayuntamiento al resto de empresas de la ciudad si resulta que la administración pública es la primera que no adopta todas las medidas a su alcance para intentar evitar riesgos a su plantilla y frenar la propagación del virus. Hay servicios que son imprescindibles, que requieren de una atención presencial y que podrían resentirse. Pero también existe una mayoría de trabajadores municipales que podrían estar tele-trabajando, sin que supusiera menoscabo alguno. Limitar la movilidad de todos estos trabajadores ayudaría, sin duda, a evitar que el virus siguiera propagándose de forma descontrolada”.