Este domingo hemos participado en la manifestación convocada por la Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas y las Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública y de Calidad de Jaén, en la capital de nuestra provincia, en apoyo a la Sanidad Pública Andaluza.
Junto a cientos de personas de toda la provincia, sindicatos y organizaciones sociales hemos llenado las calles de Jaén para decirle al gobierno del PP en la Junta, que no vamos a permitir que sigan desmantelando la sanidad pública andaluza. Y es que el gobierno del Partido Popular en la Junta de Andalucía ha instalado un modelo sanitario que beneficia a la Sanidad Privada a través de los conciertos, recortando recursos a la Sanidad Pública.
Con la terrible crisis de los cribados del cáncer de mama se ha destapado la punta del iceberg de la política privatizadora llevada a cabo por los consejeros de sanidad de Moreno Bonilla. Ni el plan de choque ni los presupuestos de 2026 presentados pueden mitigar los daños estructurales en nuestro sistema sanitario. Los conciertos con empresas privadas de servicios de salud, que solo buscan el beneficio económico, merman la calidad de los servicios y los derechos de nuestra gente.
Además, son pésimos gestores, que ante un problema puntual toman decisiones que empeoran la situación, como ha ocurrido en el municipio de Cazorla, cerrando su centro de salud en el casco urbano y obligando a los cazorleños y las cazorleñas a recorrer 3 kilómetros por la carretera hasta el Hospital Comarcal para ser atendidos.
Denunciamos, además, listas de espera (93.000 jiennenses esperan a que los vea un especialista) y demora en citas de atención primaria (11 días para una consulta). Déficit de profesionales y recortes en el personal sanitario, o los más de 1200 pacientes derivados a la sanidad privada con un coste de 2,3 millones.
No son suficientes las dimisiones, no son suficientes las disculpas ni los anuncios grandilocuentes. Queremos un cambio total del modelo y eso solo es posible con el incremento de la financiación pública; el refuerzo de las plantillas sanitarias, sobre todo de atención primaria, urgencias y zonas rurales y la disminución de los conciertos con la sanidad privada.
Hacemos un llamamiento a la clase trabajadora a organizarse para defender la Sanidad Pública y no permitir que nos roben la salud.




