A 79 años de la muerte de José Díaz Ramos

14 de Abril de 2021

Es tanto lo bueno que se puede decir del que fuera cuarto Secretario General del Partido Comunista de España entre las fechas de 17/03/1932 a 20/03/1942, es tanto lo consecuente que fue con su compromiso político con nuestro partido en unas fechas muy convulsivas de la historia de nuestra patria, España y es tan honesto su devenir en esa década que le tocó marcar los pasos del Partido Comunista de España.

Los comunistas han llamado a la lucha y a la insurrección a las masas, se han puesto a la cabeza y han luchado contra las fuerzas represivas de la reacción y del fascismo con las armas en la mano. El Partido Comunista está pues identificado con el movimiento insurreccional y asume su plena responsabilidad política”. Así de firme se muestro camarada y Secretario General de nuestro partido, el PCE, José Díaz Ramos, tras el movimiento revolucionario de Asturias en 1934, en un acto en el que asume, en su nombre propio y en el del PCE y que dirigirá hasta su fallecimiento en 1942, la responsabilidad en el intento de insurrección, y que como un comunista comprometido, no podría am ver sido de otra forma o manera.

Nuestro camarada, José Díaz Ramos, nace en Sevilla el 3 de mayo de 1895 y desde muy joven, cuando apenas cuenta con 11 años, comienza a trabajar de panadero como su padre y será este primer trabajo el que le lleva a afiliarse al sindicato del ramo, La Aurora, órgano muy próximo al ideario anarquista, del que acabará siendo en 1917 su presidente.

En 1925, se traslada a Madrid con la excusa de vender roscos sevillanos, en realidad tiene encomendada la misión de instigar el atentado contra Alfonso XIII, es detenido, torturado y encarcelado en la cárcel modelo de Madrid. Es precisamente en este período de encarcelamiento el que definirá su evolución hacia el comunismo a través de Socorro Rojo Internacional, ya que nada más volver a Sevilla en 1926, contactará con miembros del PCE y, un año más tarde, acabará ingresando en el PCE.

Es importante señalar, que durante su encarcelamiento, contrae una úlcera gástrica por las malas condiciones de salubridad en la cárcel y la mala alimentación que marcará el resto de su vida a nuestro camarada y a la postre le ocasionará su fallecimiento.

En aquella época en Sevilla no existía mucha tradición comunista, sin embargo, en esas fechas comienza a crecer los afiliados y los simpatizantes en las filas de nuestro partido, al mismo tiempo en el que nuestro camarada José Díaz se convierte en el Secretario del PCE en Sevilla, en donde por su labor y capacidad de trabajo pasará a dirigir Andalucía y con una formación especial en la Escuela Lenin de Moscú.

Llega a la Unión Soviética en 1930 y pasa allí nueve meses aprendiendo el legado de Marx y Engels. “El instituto no tenía otra finalidad que prepararme para ser agente y servidor del Kremlin”, le confesará más tarde al camarada Valentín González González, conocido por el sobre nombre de El Campesino.

En junio de 1931, tras proclamarse la Segunda República regresa a Sevilla para retomar las riendas de la intensa actividad revolucionaria que lideraba el PCE, una de las más importantes de la agitada de España del momento y vuelve a ingresar en la cárcel, esta vez en la Pópulo de Sevilla, ubicada en el barrio del Arenal, acusado de participar en las revueltas del primero de mayo.

En agosto de 1932, pocos días después del fallido golpe del general José Sanjurjo Sacanell, se celebra el IV Congreso del Partido Comunista en el que es elegido Secretario General en sustitución de José Bullejos Sánchez por no seguir las líneas marcadas por el Komintern, pese a su nombramiento, nuestro camarada José Díaz continua en la cárcel por lo que varios miembros de su familia, con la ayuda del partido, llevan a cabo una colecta entre los obreros de la ciudad y pagan la fianza de 5.000 pesetas impuesta por el juez, se hará cargo de un partido en sus comienzos minoritario de sólo 12.ooo afiliados, pero al que tras la Guerra Civil terminará por convertir en uno de los partidos de izquierdas más relevantes en la contienda.

La dirigente comunista y más tarde Secretaria General del PCE, Dolores Ibárruri Gómez, La Pasionaria, apuntaría años más tarde: “Yo recuerdo, no sin emoción, el estilo de trabajo del camarada Pepe, siempre cordial, sin pedanterías, ni escolasticismo. No enseñaba a ser modestos, a ser sencillos, sinceros con nosotros mismos y con los demás”. A esta descripción se sumaría también el camarada Santiago Álvarez Gómez, comisario político durante la Guerra Civil: “Era un hombre sencillo que consultaba a la gente antes de darles alguna misión y que no imponía a la fuerza su criterio, aunque era firme en sus convicciones”.

Tras la vuelta al poder del radical Alejandro Lerroux García en las elecciones de diciembre de 1933, el principal objetivo de José Díaz pasa por pactar con la gran mayoría de la izquierda española y hacer una oposición fuerte. En la Revolución de Asturias de 1934, aunque no participa personalmente, sí a sume su responsabilidad política, solidarizándose públicamente con los reprimidos, y dejando patente la unión que existe entre la CNT, UGT, PSOE y PCE.

En julio de 1935 viaja de nuevo a Moscú, acompañado de La Pasionaria, para asistir al VII Congreso del Komintern, allí el Secretario General del Komintern, Georgi Dimitrov Mijáilov, expone la nueva táctica a seguir, la creación de una política de alianzas compuesta por todos los sindicatos y partidos de izquierdas.

A partir de ese momento, todos los discursos del líder del PCE estarán marcados por la premisa de crear un frente común en España, consiguiendo ello el día 15 de enero de 1936, cuando el PSOE, Izquierda Republicana, Unión Republicana, PCE, ERC, POUM y Partido Socialista, junto también a la unión simbólica de las juventudes de UGT y CNT, formarán el Frente Popular.

En plena campaña electoral, el día 11 de febrero de 1936, José Díaz afirma: “Téngase en cuenta que el Gobierno obrero y campesino no es todavía la dictadura del proletariado ni el socialismo, a cuya plena consecución hay que llegar. Pero, aunque el Gobierno obrero y campesino, la dictadura democrática de los obreros y campesinos, y la dictadura del proletariado sean cosas distintas, entre una y otra no hay ninguna muralla china. No se puede precisar el tiempo, (…) pero sí puedo asegurar que la transformación (…) no será larga”.

Es curioso y llama la atención que el día 15 de febrero de 1936, un día antes de las elecciones, José Díaz terminará un discurso citando a Saint-Just, dirigente jacobino francés y mano derecha de Robespierre: “Vuestro interés manda no dividiros, cualesquiera que sean las diferencias de opinión. Nuestros tiranos no admiten esas diferencias entre nosotros. O venceremos todos o desapareceremos todos”.

Como todo el mundo sabe, el resultado electoral del día 16 de febrero de 1936 da la victoria a la coalición compuesta por el Frente Popular recién creado, concediendo de esta forma 17n diputados al PCE, y José Díaz Ramos, que se presenta por Madrid, ocupa un escaño en el Parlamento, su principal laboral será la de continuar con la unidad de la Izquierda y el mantenimiento del Frente Popular, ya que la heterogeneidad de éste es uno de los puntos débiles más atacados por parte de los grupos de la oposición.

Asimismo introduce en el hemiciclo un estilo de oratoria sencillo y popular al que no estaba acostumbrada la vieja guardia del partido, ni tampoco los diputados de cuellos tiesos, como denominaba a los diputados de la CEDA.

El estallido de la Guerra Civil le sorprende en Madrid, desde donde ayuda a organizar la respuesta de los afiliados comunistas en la calle. Distinta suerte corre su familia en Sevilla, especialmente perseguida por el criminal de guerra y genocida Gonzalo Queipo de Llano y Sierra, al ser dos de sus hermanas y una sobrina detenidas por los golpistas fascistas. Según diversas versiones, el criminal de guerra, Gonzalo Queipo ofrece a sus hermanas que decidan cuál de las dos prefiere ser ejecutada. Carmen Díaz Ramos se ofrece al tener los hijos más mayores de edad y termina siendo asesinada por éste sujeto vil, criminal de guerra y genocida de Queipo de Llano.

Durante la contienda, nuestro camarada y Secretario General, José Díaz se dedica a sus labores políticas en el partido, sin ostentar cargo alguno, civil o militar en la zona republicana. Sus discursos y artículos más relevantes, que se encuentran en su obra Tres años de lucha, se dirige sobre todo a la creación de un Ejército regular, a la unión juvenil y de partidos, a la lucha por la independencia de España y a la defensa de la República. En los tres años que dura la contienda, el PCE da cobertura política a la mayoría de los agentes y militares soviéticos que llegarán a ocupar cargos importantes en el Ejército republicano.

Nuestro camarada José Díaz, en octubre de 1936 recibe el primer telegrama de Stalin de apoyo a la causa del pueblo español.

Ha sido acusado por muchos de ser uno de los principales responsables, junto a Juan Negrín López y Julio Álvarez del Vayo y Olloqui, del traslado del oro del Banco de España a la Unión Soviética durante los primeros meses de la Guerra, sin embargo, si hubo una voz discordante dentro del PCE contra la mediación de los consejeros rusos en los asuntos españoles esa fue la de nuestro camarada José Díaz, y gracias al libro del camarada Jesús Hernández Tomás, (que fuera ministro de Instrucción Pública y Sanidad durante la guerra civil): “Yo fui un ministro de Stalin”, se conocen hechos como la reunión mantenida en marzo de 1937 por nuestros representantes comunistas en aquellos hechos históricos, a la que asisten tanto militantes extranjeros como españoles, en la que nuestro camarada José Díaz, se atreve a expulsar del acto al líder comunista André Marty por intentar imponer su criterio.

Es en esta época camaradas, cuando el PCE crece de forma considerable, un informe de José Díaz de marzo de 1937 asegura que el número de militantes ha ascendido a casi trecientos mil.

Ocurriendo todo esto, su enfermedad se agudiza por lo que temporalmente se encuentra apartado de la actividad política, guardando reposo en su casa de Valencia al cuidado de su esposa Teresa Márquez, y en su ausencia, es Dolores Ibárruri la que pasa a tomar algunas decisiones importantes en el PCE sin consultar al Secretario General, ya que cuenta con el apoyo del Comité Central, curiosamente es durante este período cuando aparecen las disidencias, no ya en el seno del Frente Popular, debido a su ya comentada enfermedad, José Díaz no puede asistir a las reuniones de Buró Político en las que se decide actuar contra el POUM desde el Gobierno declarándolo ilegal, y contra la CNT en Aragón, todo ello alarmará a José Díaz enormemente, que desde su lecho recrimina duramente la actuación de los dirigentes comunistas al tomar esas decisiones y manifestará: “Las detenciones del POUM no son un asunto policíaco, sino político”, cuenta Jesús Hernández Tomás que replicó a la Pasionaria cuando ésta le comunicó la detención de Andreu Nin Pérez, es entonces, a partir del pleno del día 13 de noviembre de 1937, cuando José Díaz toma de nuevo las riendas del partido.

Y es el día 30 de marzo de 1938, cuando se publica en nuestros periódicos comunistas Mundo Obrero y Frente Rojo una carta de nuestro camarada José Díaz que define su actitud política durante el conflicto, en ella afirma que: “la única solución para nuestra Guerra es que España no sea fascista ni comunista”, al día siguiente, el diario CNT de Madrid publicará en portada esas declaraciones con el antetítulo: “Si lo dice Pepe Díaz…”, parece evidente que los dirigentes de la CNT no entendieron el mensaje que quiso dar a conocer nuestro camarada José Díaz.

El día 23 de mayo de 1938, José Díaz sufre una nueva recaída y se traslada a Sitges, (Barcelona) cerca de la casa de Enrique Líster Forján y Enrique Castro Delgado, sin embargo, su estado de salud empeora y en diciembre de 1938 decide abandonar España y trasladarse a Moscú para ser operado.

No se recuperará de nuevo hasta 1940, cuando se reincorpora al trabajo en el Comité Ejecutivo de la Komintern y ese mismo año publica su obra: “Las enseñanzas de Stalin, guía luminoso para los comunistas españoles”.

Acto homenaje a José Díaz en Sevilla 2005Debo de advertir que su dolencia es crónica y severa y en julio de 1941 es nuevamente intervenido y trasladado a la ciudad de Sochi, primero, y después a Tiflis, capital de Georgia, con orden de completo reposo, junto a su esposa se hospeda en el Hotyel Tbilisi, sin embargo, en febrero de 1942 ya no será capaz de levantarse de su cama.

El día 21 de marzo de ese año, José Díaz, cae desde el balcón de su habitación situado en un cuarto piso y fallece en el acto, las autoridades soviéticas mantienen la versión del suicidio, aunque Valentín González González, (El Campesino) tiene la firme convicción moral de que lo asesinaron porque era un gran estorbo, ya que estaba profundamente decepcionado con el estalinismo y así lo afirma en su libro: Comunista en España y anti-estalinista en la URSS; “Sabía sufrir y sentía la voluntad de vivir para volver algún día a España (…). No puedo adelantar, claro está, ninguna prueba; pero afirmo mi convicción de que José Díaz fue empujado desde el balcón”.

Nuestro camarada y Secretario General del PCE entre el día 17/03/1932 y el día 20/03/1942, José Díaz Ramos, es enterrado en Georgia, donde a mediados del año de 1960 se le erige un monumento, sin embargo, desde el primero de mayo de 2005 sus restos descansarán en la ciudad en donde nació, Sevilla.

por Fco. Javier Mingorance Morcillo, miembro del Núcleo del PCA en Almería

Categorías: Memoria Democrática

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