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REGLAMENTO, CALENDARIO, NORMAS Y HORARIOS
DOCUMENTO 1. / MANIFIESTO – PROGRAMA DEL PCA.
HACIA UN NUEVO MODELO PRODUCTIVO: EL DESARROLLO ÉTICA
Y ECOLÓGICAMENTE SOSTENIBLE Y LA DEMOCRACIA ECONÓMICA DE ANDALUCÍA
DOCUMENTO 2. / TESIS DE INTERVENCIÓN POLÍTICO SOCIAL
DOCUMENTO 3. / TESIS ORGANIZATIVAS FINANCIERAS
DOCUMENTO 4. / ESTATUTOS DEL PCA
¿Qué ha ocurrido en estos cuatro años? 2010 - 2014
El proceso del XIX Congreso del PCE concluye en Andalucía con la celebración de los congresos provinciales, y con el congreso del PCA llega el momento de concretar en nuestro territorio la estrategia comunista en todos los frentes. Y llega el momento de hacer un balance político de gestión que permita identificar los errores cometidos, las debilidades organizativas, las fortalezas políticas y el trabajo de la dirección.
Este informe tiene un doble sentido: que sea conocido y debatido por las bases de la organización para ampliar la participación en la valoración política de la gestión y, por otra parte, implicar al conjunto de la organización en la agenda movilizadora en Andalucía, como concreción inmediata en nuestro territorio de la estrategia respaldada por el XIX Congreso del PCE.
En estos casi cuatro años han variado los asuntos sobre los que los informes políticos se han pronunciado. Pero en todos ellos, gracias al debate colectivo, contrastando con la realidad concreta, se reafirmaba nuestra convicción de que el capitalismo es el problema. Su expresión política en España, la monarquía bipartidista, acuciada por el fin de etapa del capitalismo inmobiliario, ha venido tomando las medidas oportunas para recuperar la tasa de ganancia, esta vez a través de la transformación radical de las condiciones en las que se reproduce la vida material y social.
Durante el mandato del X Congreso del PCA hemos afrontado tres huelgas generales y tres citas electorales, citas que han marcado la agenda y condicionado los ritmos de trabajo. El mandato que ahora concluye comenzó en la primavera de 2010, momento en el que el gobierno del PSOE abrió el ciclo de máxima obediencia a los “mercados”, actuando como corresponde a la llamada socialdemocracia europea, buscando acuerdos que priman los intereses del capital, corresponsablemente con el diseño de UE implementado por conservadores, liberales y social-liberales. La congelación de las pensiones y la bajada de los salarios de los empleados públicos, fue entonces el punto de arranque de un camino que ha desembocado en una transformación radical del marco legal en el que se da el proceso de acumulación del capital en nuestro país. La reforma del artículo 135 de la CE fue el momento fundacional de un proceso (de)constituyente que ha debilitado el poder contractual de la clase trabajadora, privatiza los bienes comunes y legaliza mecanismos totalitarios y coercitivos de control social y ciudadano.
Comenzó nuestro mandato con una impugnación del bipartidismo, alimentada cuando el 15M nos reafirmó en nuestras tesis. Y hoy tenemos que decir, aun con más fuerza, que el bipartidismo es la expresión institucional de la dictadura de los mercados, del imperio del capital. Y que todo parece indicar que nos encaminamos a su más perfecta expresión: la gran coalición. Si eso no es así, el tiempo lo dirá, pero en todo caso, se atisban signos de preparación del ambiente para alcanzar “pactos de estado”.
Vemos cómo la llamada socialdemocracia europea gobierna en coalición con las fuerzas conservadoras y liberales, en Alemania, en Austria, en Italia. Vemos como, en el caso alemán, el SPD ha alcanzado un pacto de gobierno con Merkel que incluye expresamente la negativa a mutualizar la deuda. En la guerra económica la socialdemocracia alemana, una vez más, y un siglo después, prefiere defender los intereses de la “industria” financiera alemana frente a los de la clase trabajadora europea.
Así mismo, en los debates y conclusiones de nuestros órganos, cada vez más respaldados por los acontecimientos, hemos hecho denuncia de la corrupción y reafirmado nuestro análisis sobre el carácter estructural que ha tenido en el capitalismo español. Y especialmente en los últimos lustros, ligada al ciclo inmobiliario-financiero, a pesar de que la coalición de intereses privados que nos gobierna intente volcar hacia la Política la degradación de la ética pública, tendiendo un velo que impide ver la trama más allá de “los políticos”.
Desde el poder político y los medios de intoxicación se ha traficado con la esperanza. A estas alturas de la crisis se vende la recuperación económica poniendo el foco en datos de paro registrado o crecimiento en décimas del PIB. Pero lo más importante es que el triunfo de la ideología neoliberal ha llevado a creer que trabajar es un asunto de elección y esfuerzo personal y que se trata de la expresión de un intercambio entre libres e iguales. Pero la explotación que se da en el seno del trabajo es un favor, obligado, del trabajo al capital, no una gracia que concede el capital al trabajo.
Junto a la coerción social que facilita la existencia de un amplio ejército de reserva, se sitúa la coerción económica a los estados a través de la deuda. No es la primera vez que el arma de la deuda es usada para modificar, a favor del capital, las condiciones de su acumulación. El XIX Congreso situó éste como el principal asunto a tratar en la calle y en los tajos, en la reivindicación de una auditoría ciudadana de la deuda que permita decidir democráticamente qué parte de la misma se considera ilegítima y, por tanto, no pagamos. Decisiones políticas que adoptaremos para romper la Europa del euro.
Finalmente, pero no menos importante, la guerra imperialista sigue utilizándose con formas terroristas en territorios que conviene mantener debilitados o directamente ocupados, según cada uno el lugar que ocupe en los intereses estratégicos de la gran coalición de intereses privados a los que sirven los Estados Unidos. El anterior gobierno del PSOE también nos dejó ul último y finalmente coherente con su trayectoria y su vocación atlantista: El escudo antimisiles en la base de Rota. En Andalucía, territorio del imperio.
Por una Andalucía libre, una España republicana. El derecho a decidir
El proceso constituyente que pudiera darse, favoreciendo el derecho a decidir del pueblo trabajador en España, requiere de un cambio en la correlación de fuerzas. Para lograr ese cambio, los comunistas andaluces tenemos un papel que jugar en el campo de la lucha social y en la batalla de las ideas.
Hay alternativa. Hay que robarle espacios a la resignación. Una alternativa que no cabe en el actual marco institucional español y europeo, que hay que romper.
En estos cuatro años de actuar político, el PCA ha subrayado su vocación de partido andaluz al servicio de la clase trabajadora. Hemos visto como, por desgracia, nuestras advertencias sobre la debilidad del modo de acumulación en nuestro territorio se hacían realidad. El carácter subsidiario y periférico de la economía andaluza introduce elementos específicos a nuestro carácter anticapitalista. La expresión de la crisis ha sido más cruel a causa de esa debilidad. El paro, la pobreza y la precariedad son hijas de la desindustrialización. Son hijas del abandono de sectores productivos y financieros endógenos, en favor de los servicios de bajo valor añadido, de la agroindustria exportadora, del negocio inmobiliario y de los grandes grupos bancarios del reino de España. Son hijas del matrimonio entre el poder político y los intereses privados. Esta es la razón por la que en este XI Congreso sometemos a debate un Manifiesto-Programa del PCA que incluye una propuesta de modelo productivo para Andalucía que permita seguir construyendo la alternativa y acumular fuerzas desde un programa.
El llamado debate territorial se da en un contexto muy distinto al de épocas recientes. Hoy, en pleno proceso de agotamiento del modelo emanado de la transición, la cuestión de la soberanía resurge alimentada por la crisis económica. El “España nos roba” no tuvo tanto eco social en los llamados momentos de bonanza económica y de estabilidad institucional. La crisis es la excusa para renegociar las condiciones entre diferentes fracciones de la burguesía mientras se disfrazan la agudización de las desigualdades y los desequilibrios inherentes al desarrollo del capitalismo y se divide a las clases subalternas.
Muchas funciones sociales han sido sustraídas a la esfera del control político o la deliberación comunal, y puestas bajo el control directo del capital. Reivindicar la rendición de cuentas democrática a organismos no democráticos es absurdo. Esta contradicción solo se resuelve haciendo que el estado devuelva al pueblo lo que ha entregado al capital. Mientras tanto, la estructura estatal sigue desempeñando sus funciones bajo el capitalismo: garantizar el sistema de propiedad privada, generar las condiciones favorables a la acumulación capitalista y tratar de mantener “el orden”.
Por lo tanto, no se trata tanto de una contradicción entre la cuestión territorial y la de clase, sino de soberanía, ¿para qué?: ¿Para decidir las condiciones de reproducción de la vida social y material, o para entregar esas decisiones al capital? Esa es la disyuntiva estratégica a la que nos enfrentamos.
Derecho a decidir significa, para nosotros y nosotras, tomar el control personal y colectivo sobre las condiciones en que se desarrolla el proceso de generación de riqueza social. En América Latina se ha reivindicado este derecho, así entendido, como clave de bóveda de las alianzas anti-imperialistas que allá disputan hoy el poder.
Por lo tanto, la reivindicación de la democracia real es, sigue siendo, central. Una democracia que no se quede a las puertas de las fábricas, de las oficinas, de los supermercados. Que no se quede a las puertas de los bancos ni de los juzgados. Que no se quede a las puertas de los colegios, institutos y universidades.
Afrontamos este momento político en España y en Andalucía convencidos de un mensaje que tenemos que hacer hegemónico: Sólo en una España republicana, (federal, democrática y solidaria), construida desde la libre adhesión de sus pueblos, hay posibilidad de que Andalucía se libere de su dependencia económica e inicie un proceso, necesario, de acumulación desde el desarrollo autocentrado y la justicia social. Una República del pueblo trabajador que permita reproducir felizmente la vida social y material.
La Rebelión Democrática en Andalucía. La movilización en esta fase
Este informe debe hacer un llamamiento en dos puntos: 1) la máxima participación de la militancia en este importante proceso congresual y 2) la concentración de todos nuestros esfuerzos en la agenda movilizadora hasta las elecciones europeas, y más allá de éstas.
El primer punto es necesario porque el proceso de participación hará un poco más fuerte al partido, compartiendo el debate de las tesis con la militancia y con las personas cercanas al partido.
El segundo punto es imprescindible, porque hay que ejercitarse en la movilización social, hay que estar en el conflicto para acumular fuerzas, y para demostrar, como lo están haciendo las aún escasas victorias parciales que se van consiguiendo, que es posible frenar la ofensiva privatizadora.
Esta es la agenda en la que el PCA va a trabajar este semestre:
• 28 de febrero
• Marchas por la dignidad. Hasta el 23 de marzo.
• 8 de marzo
• Fiesta del PCA. 4,5 y 6 de abril.
• 1 de mayo
• Elecciones europeas. 25 de mayo.
• Asamblea anual de rendición de cuentas
El 28 de febrero hay manifestación y acto público en Sevilla. Impulsada por IULV-CA, debe sumar voluntades desde la base. Por eso es importante nuestra implicación como comunistas. Ponemos nuestras agrupaciones para el éxito de esta movilización que va a integrar, en la reivindicación de una Andalucía soberana, las diversas luchas que afrontamos. Pensionistas, comerciantes, mujeres, juventud, trabajadores y trabajadoras de todo tipo deben nutrir esta movilización. Y los sectores afectados por la crisis se conocen mucho mejor por la base. Por eso las agrupaciones deben volcar su actividad social en la difusión de la esperanza a través de la movilización, decir que sí, se puede.
Así mismo, el partido se volcará en el éxito de las marchas por la dignidad. Pondrá sus recursos organizativos al servicio de este evento y se implicará activamente en las movilizaciones convocadas. Una expresión unitaria de rabia organizada que debe pintar las calles de Madrid de verde, blanco y verde.
El día de la mujer trabajadora tendrá este año un carácter especial. A la permanente lacra de la violencia machista contra las mujeres, se suma ahora la violencia de género, y de clase, que el gobierno quiere legalizar a través de la contra-reforma antiabortista. El Partido Comunista de Andalucía se va a volcar en hacer de la movilización y visualización de la mujer hacia el 8 de marzo una prioridad política. Porque esta agresión contra las mujeres lo es, sobre todo, contra la mujer trabajadora, contra la mujer que sostiene la solidaridad y el apoyo mutuo en las capas populares, contra las que no tienen recursos. El derecho a decidir ser madre solo podrán ejercerlo las mujeres que puedan pagarlo. El derecho a ser madre se intercambiará en el mercado negro, con una buena dosis de doble moral en muchos casos. A la mujer trabajadora le quedará, si decide no ser madre, la posibilidad de jugarse la salud, y la vida, en el mercado negro.
Decidimos dedicar a la mujer trabajadora y a la reconstrucción del Movimiento Democrático de Mujeres la fiesta del PCA de este año. La fiesta de 2014 es una oportunidad de demostrar que estamos pasando a la consolidación y avance organizativo. La fiesta es un importante acto político. Y la contribución de la militancia y la implicación de las agrupaciones puede hacer de la misma ese necesario espacio de encuentro de todos los comunistas andaluces. Se trata de una prioridad. Debemos convertir en deber de todo militante, y debemos facilitar desde las estructuras orgánicas, asistir a la fiesta. Porque encontrarnos todos y todas es importante y puede constituir un elemento de impulso organizativo y político, así como de reforzamiento de alianzas sociales del partido.
Hemos introducido las elecciones europeas en la agenda desde una perspectiva movilizadora. Porque dadas las condiciones actuales, esta cita electoral creemos que debe ser vista como una oportunidad para la movilización social y para la batalla de las ideas. Hemos identificado a la UE y su modo de funcionamiento como una útil expresión institucional del carácter imperialista y de clase del sistema. La herramienta más útil para la guerra económica contra el pueblo trabajador es la deuda. Y hacer hegemónico nuestro análisis depende de la movilización social. Los y las comunistas queremos hablar y difundir un programa como expresión de las alianzas sociales frente a la Europa del euro. No estamos dispuestos en entretener a los medios de comunicación y a la ciudadanía con debates sobre caras y poses. Preferimos concentrar nuestra atención y nuestra humilde fuerza en hacer participar a la ciudadanía y al pueblo trabajador de las demandas concretas que permitan el empoderamiento popular desde un cambio en la correlación de fuerzas, más allá del 25 de mayo.
El Partido Comunista de Andalucía apuesta por la participación. Y por eso demandamos y conseguimos que una asamblea anual de rendición de cuentas al interno y al externo se dé por parte de IULV-CA, y tocará antes del verano ejercitar esta novedosa forma de democracia y la deliberación colectiva. Y por eso respaldamos y participamos en la consulta participativa que sobre el programa de gobierno y la manera de llevarlo a cabo se realizó en IULV-CA. Un ejemplo de democracia participativa a la que algunos pretenden restar valor, quizá porque el resultado no fue acorde a sus deseos. Pero la democracia interna tiene valor en sí misma, no en función de los resultados. No vale propagar a los siete vientos innovaciones democráticas sólo cuando los resultados son favorables.
El papel del PCA en IULV-CA
El año transcurrido desde la entrada en el gobierno de IULV-CA y la X Asamblea andaluza fue difícil para nuestro partido. Pero apasionante desde la política. Lo vivimos muy intensamente en los órganos del Partido Comunista de Andalucía. Fue en el Comité Central donde se situaron los debates de fondo y donde tuvimos que hacer esfuerzos de síntesis política, que permitieron afrontar desde la unidad el proceso asambleario en IULV-CA.
No era fácil afrontar un proceso de renovación orgánica y de concreción de lo acordado en la X Asamblea Federal en Andalucía. La inédita experiencia que supone participar en el gobierno de la Junta, junto al partido que lleva gobernando toda la historia de la Autonomía, marcaba el debate, fruto de las contradicciones del ejercicio de gobierno en las trucadas instituciones de esta “democracia”.
Hicimos una apuesta. Democráticamente, acordamos entrar en el gobierno para desarrollar un programa en mejores condiciones. Por lo tanto fue una apuesta táctica, acorde con nuestra estrategia, pero táctica. Con un comienzo difícil, hemos realizado el seguimiento al desarrollo de los acontecimientos y vamos a seguir haciéndolo.
Caracterizamos al gobierno andaluz como un gobierno de resistencia. Porque no vemos en el gobierno sino un medio para la construcción de la alternativa en Andalucía y en España. Absolutamente fieles al proyecto estratégico de IU a nivel federal, leales y responsables con el mismo. El Partido Comunista de Andalucía es el mejor garante de que IULV-CA no va a hacer nada que perjudique al proyecto de IU para España. Porque somos absolutamente conscientes de que IULV-CA debe ser protagonista activo y necesario para la construcción de la alternativa de país que defendemos, junto al activismo de muchos y muchas que, sin ser comunistas, tenemos la obligación de sumar en torno a un programa.
Nuestros análisis como Partido Comunista han sido provechosos al darle traslado a IULV-CA, para en su seno deliberar y acordar con vocación unitaria.
Ejemplo de ello fue la Conferencia Política del PCA, en enero de 2012. Ésta fijó las bases estratégicas sobre las que debía situarse cada decisión política. Un partido para la rebelión. Y la rebelión se organiza, o no será útil a la acumulación de fuerzas a nuestro favor.
El 27 de enero de 2013, el Comité Central aprobó un informe político que, tiempo antes de que el decreto de la función social de la vivienda saliera a la luz, situaba el debate de fondo no en si gobernar o no en la Junta de Andalucía, sino en cómo gobernar, para qué gobernar. Y también aquel día asumimos colectivamente que el poder y el gobierno, en estos tiempos, distan mucho de ser lo mismo. Y que aspiramos al poder, o mejor, y en palabras de Correa, el presidente de Ecuador, a tener la oportunidad de disputar el poder.
El Partido Comunista de Andalucía ha demostrado su potencial unitario, proyectando un papel dirigente, no dominante, articulando una amplia mayoría de respaldo a un proyecto encarnado en Antonio Maillo y en el renovado equipo dirigente de IULV-CA. Los y las dirigentes comunistas que asumen responsabilidades en IULV-CA, a todos los niveles, debemos tener memoria. Porque no hay renovación que valga, ni juventud que se precie, si no continuamos el trayecto, siguiendo el hilo rojo que nos han legado, si no somos conscientes de lo que ha costado llegar hasta aquí.
En una reunión de su partido, el camarada Valderas anunciaba que no optaría a la reelección como coordinador general, que haría valer los estatutos vigentes y que políticamente era necesario, y posible, emprender un audaz proceso de renovación de los órganos y de las direcciones de IU. Diego, una vez más, demostraba, con sus actos, su pertenencia al Partido Comunista y su compromiso con el proyecto estratégico de IU.
Podríamos haber acordado en el Comité Central que Maillo era nuestro candidato, y haber dedicado un par de meses a recoger disciplinadas adhesiones al acuerdo del partido. En vez de eso, el Comité Central nos lanzó a la carretera a hablar con todo el mundo. De política, de la organización, del gobierno, de las luchas, de qué hacer. Primero, la política, luego, las personas. Eso dijo Maillo ante el Comité Central, eso acordamos y eso hicimos.
Nuestra militancia está ahí siempre. Nuestra organización se pone al frente de las tareas que IULV-CA demanda. Nuestro papel decidido como comunistas fortalece nuestro proyecto estratégico. Hoy más necesario que nunca en Andalucía.
Nuestro papel en IULV-CA es útil si somos un factor de unidad en su seno, tradición ya del Partido Comunista de Andalucía, que debemos mimar y preservar como patrimonio del comunismo andaluz, para seguir avanzando en una IULV-CA que sea más plural en lo ideológico y más unitaria en su acción como movimiento político y social. Y no habrá unidad en la izquierda sin IU, ni contra el PCE.
La XIX Asamblea de IULV-CA estableció un recorrido estratégico que pasa por la construcción de un modelo productivo para Andalucía que rompa con el neoliberalismo, en base a un programa articulador de las luchas y expresión unitaria de las mismas. El Banco Público de Tierras, la Banca Pública Andaluza, la Renta Básica, los impuestos a las grandes superficies o la Ley de Memoria Democrática son algunos puntos fuertes señalados en la agenda. Rompen con las políticas neoliberales y sirven para articular la resistencia, construyendo fuerza social.
Para poder ser insumisos, para poder hacer frente al chantaje que el capital y la deuda practican a través del gobierno central, necesitamos ser fuertes. Necesitamos la fuerza que vuelva a recorrer el hilo rojo de las luchas históricas de Andalucía, siempre con el pueblo trabajador como protagonista.
Es posible que nos rebelemos como pueblo. Y en ese momento la pelota estará en otro tejado. En el tejado de los que tendrán que decidir entre resignarse ante los designios del pacto de estado o defender los intereses de clase del pueblo trabajador andaluz. Y si este escenario se confirma, deberemos ser más fuertes desde la movilización y tener mejor músculo organizativo. Porque debemos estar preparados para todos los escenarios posibles.
Los y las comunistas, aquí, tenemos la responsabilidad de orientar nuestra acción para organizar la Rebelión Democrática. La situación concreta exige que el pueblo trabajador andaluz, a través de un Bloque Social y Político, se convierta en protagonista activo de la vida pública.
Balance político de las tareas del Comité Central
Hemos acertado algo en los análisis y hemos sabido adecuar nuestra política a la situación concreta. Pero sigue faltando fortaleza organizativa. El PCA en estos cuatro años ha dado signos contundentes de que está donde tiene que estar. Nuestra capacidad organizativa se ha demostrado en los momentos más importantes. Las movilizaciones, como las huelgas generales o las diversas manifestaciones, han contado con la presencia activa de nuestra militancia. También, como hemos visto, en los momentos cruciales de nuestro proyecto estratégico. En definitiva, se puede decir que hemos resistido, que hemos hecho algún refuerzo en la trinchera. Pero no podemos estar conformes de ninguna manera.
A nivel organizativo y financiero debemos valorar el buen trabajo que se ha realizado desde la Comisión de Organización y Finanzas del PCA. Una estructura de trabajo que esta dirección heredó como esqueleto de nuestro partido y que ha seguido reforzando el carácter colectivo y la participación de las estructuras provinciales en el impulso de las tareas, nunca bien reconocidas, que los y las camaradas responsables de organización y finanzas. Es la comisión que más veces se ha reunido y que mejor índice de participación ha tenido de todas las que conforman el CC (una vez al mes, 80% de asistencia media), haciendo rotar sus encuentros por el territorio andaluz. Por estas reuniones ha pasado la organización de los aspectos centrales de nuestro día a día como partido y creemos que merece nuestro reconocimiento.
En esta fase, las responsabilidades más importantes a elegir a todos los niveles son las que tienen que ver con la organización y las finanzas. Porque ellos y ellas son los cuadros que permiten superar algunas dinámicas, aun presentes, de fragmentación y dispersión de esfuerzos y actividad política. Y entre las prioridades de la nueva dirección que surja del XI Congreso debe estar el garantizar que los comités de agrupación tengan un funcionamiento regular y dar un salto cualitativo en el uso del Departamento de Afiliación Y Recaudación (DAR).
Durante este mandato se ha logrado por fin el uso de esta herramienta para aumentar la eficiencia en la gestión administrativa y financiera y para lograr la transparencia democrática de la misma. Pero falta su uso como herramienta política. No ha sido fácil poner en marcha esta herramienta, sobre todo en lo referente al cobro de cuotas, pero un esfuerzo de presencia y diálogo permanente en los territorios ha logrado ir sorteando poco a poco las dificultades. Sabemos gracias al DAR cuántos somos. Ahora queda pendiente saber quiénes somos, para lo que la nueva dirección debería priorizar la tarea de poner al día el DAR en cuanto a datos de carácter social y político de nuestra militancia, para hacer del censo la herramienta política que necesitamos para la movilización social.
Hemos organizado sólo dos encuentros de agrupaciones. Y debemos criticar que no hayamos conseguido celebrar uno al año. Estos encuentros, bien organizados y con tiempo, como hicimos con el primero, son importantes para la articulación de las tareas del partido y permiten compartir experiencias y formas de luchas. Sugerimos desde este informe, que la ponencia de organización incluya entre las conclusiones del XI Congreso la necesidad de potenciar este acto anual.
A nivel financiero, hay que destacar que la situación inicial de la que partíamos en 2010 era delicada, pero se ha logrado cierta estabilidad desde la generación de nuevas fórmulas de trabajo participativas.
El compromiso que adoptamos de transparencia y rendición de cuentas en el ámbito financiero ha sido desarrollado notablemente. En todos las sesiones del CC y en muchas del Area Interna se ha informado sobre la ejecución presupuestaria y se ha sometido a debate participativo la planificación presupuestaria. Así mismo, se ha contado con los balances financieros de los eventos centrales organizados por el PCA como la fiesta o la escuela de verano.
En cuanto al funcionamiento de los órganos del PCA, estos han mantenido la regularidad estatutaria y podemos decir que todas las sesiones del Comité Central han sido útiles y provechosas.
Se hicieron grupos de trabajo formados por dirigentes del CC que no tuvieron continuidad en sus inicios, aunque hay que valorar la dinámica participativa con la que se concretaron los planes de trabajo de la nueva dirección, que han sido hoja de ruta desde entonces. Hasta tomar la decisión de que Sergio Mesa se encargase de coordinar el Área externa el desarrollo de las tareas de las distintas secretarias ha sido desigual. Desde ese momento, el trabajo externo tuvo un mayor dinamismo.
Cabe mencionar el muy deficiente trabajo que hemos desarrollado en Mundo del Trabajo. Deficiencias no achacables a los camaradas que han ostentado la secretaria sino a la incapacidad de la dirección para dar impulso político y organizativo a esta tarea.
Por esta razón pedimos a la nueva dirección que sea especialmente cuidadosa con la misma. Poner en marcha el desarrollo de las tesis sindicales aprobadas en el XIX Congreso, y la concreción que hagamos en nuestro XI Congreso, necesita tomar este asunto como prioritario y contar con la atención permanente del conjunto de las estructuras del partido. Y que seamos capaces de dar una perspectiva política a nuestro trabajo en el movimiento obrero y en el sindicato.
Otro aspecto que priorizó nuestro pasado congreso y en el que tenemos que señalar la insuficiencia del trabajo es el ligado a la feminización de nuestro discurso y nuestra práctica política. Una vez más, debemos señalar que es el conjunto de la dirección la que debe impulsar y adecuar sus trabajos en este sentido y no tratar a la secretaría de la mujer como un compartimento. La nueva dirección habrá de resolver esta cuestión en momentos de máxima agresividad contra los derechos de la mujer trabajadora. Y recuperar el MDM en Andalucía puede ser una tarea ilusionante que necesariamente sitúe a nuestra organización a la cabeza de la lucha contra el patriarcado en Andalucía.
Es obligado felicitarnos, y felicitar el trabajo de la secretaría de solidaridad internacional. La camarada Sausan ha conseguido hacer equipo y superar las expectativas de los planes trabajo, con muchas tareas por hacer en este difícil frente, situando al PCA en la senda correcta. El resto de secretarías que ha funcionado a muy buen nivel, pero sin conseguir dotarse de una red a nivel provincial son Medio Ambiente y Memoria y República y Comunicación, esta última sufriendo numerosos reajustes en sus responsabilidades que han encontrado una etapa de mayor estabilidad desde que el camarada Ortega se ocupó de la misma.
Las tareas ideológicas de formación y debate han tenido aspectos positivos y también algunas deficiencias que habrá que superar. Las tareas principales asignadas a los responsables de estas secretarías se han cumplido.
Hemos recuperado la escuela andaluza del PCA desde el primer año de mandato, consolidándose como espacio anual de encuentro de cuadros intermedios para el debate. Pero seguimos sin avanzar demasiado en el diseño y ejecución de un plan de formación que abarque desde la agrupación al mismo CC. Los materiales elaborados recientemente por la secretaría de formación del PCE habrán de ser utilizados de manera planificada desde la secretaría.
A la generación y difusión de conocimiento debe contribuir que hayamos conseguido en este mandato constituir y registrar la Fundación Andaluza Memoria y Cultura. Un objetivo, que el PCA tenga una fundación para la generación de pensamiento, largamente buscado y ahora conseguido.
La más importante tarea que se asignó a la fundación en esta fase fue la de que contásemos con una revista teórica elaborada desde Andalucía. Gracias al trabajo encabezado por el camarada Del Pino coordinando a un contado número de camaradas hemos logrado publicar dos números y que un tercero esté en camino. Habrá que mejorar los mecanismos de distribución y venta de la misma pero, sobre todo, convertir la revista en una herramienta para la elaboración colectiva y la alianza de las fuerzas del trabajo y la cultura.
Ha llegado el momento de la organización. De nada sirven nuestros análisis si no llevamos a cabo las tareas prácticas necesarias para el desarrollo de nuestra acción política. El modelo organizativo emanado del XIX Congreso, que concretaremos para Andalucía, deberá ser la prioridad en esta fase. Hace falta un salto adelante, de aumento de la militancia activa, pero sobre todo de fortalecimiento organizativo. Ambas cosas van ligadas, y para que se retroalimenten positivamente es necesario priorizar estos criterios a la hora de tomar decisiones políticas.
Nuestro partido está lejos todavía de ser el Partido que la clase trabajadora andaluza necesita en este momento histórico. Nuestra responsabilidad es propiciar un buen XI Congreso del PCA, que concrete en Andalucía la estrategia del PCE, que siga reforzando la línea política compartida en torno a la Alternativa Social Anticapitalista y Democrática y que, a su vez, elija a los y las camaradas que logren hacer una dirección del PCA, aún más cohesionada y activa.
Una indicación final para el debate, que trata de resumir el sentido de este informe político de gestión. El carácter de clase de las diversas luchas debe expresarse a través de la propia clase trabajadora, haciéndose ver en los conflictos, orgullosa de serlo. Una clase que, para poder ser sujeto de la revolución social, necesita reconstruir una identidad colectiva. Es nuestra clase, la que aspiramos a defender mejor que ningún otro, la que habita los barrios obreros y populares de Andalucía. Para ello podemos preguntarnos: ¿cómo la clase en sí se convierte en clase para sí, en la Andalucía y la España del siglo XXI? A eso tratamos de responder cada día. Y como dijo Martí: “la mejor forma de decir es hacer”. Por eso el papel del Partido debe ser no sólo describir, denunciar y proponer sino, sobre todo, organizar la práctica que genera la conciencia y que ayuda a emerger el sentido común del “sí se puede” frente al discurso hegemónico de que “no hay alternativa”.