Nada es posible sin la clase obrera

30 de Abril de 2020

Este 1º de Mayo, y más aún bajo las circunstancias excepcionales que estamos atravesando, el Partido Comunista de España muestra su absoluto reconocimiento al papel de nuestra clase, la de las trabajadoras y trabajadores, que han evidenciado una realidad incontestable: son quienes mantienen en pie este país, esta sociedad, con los mejores valores colectivos.

Eterno agradecimiento al personal sanitario, que combaten a diario la enfermedad frente a frente, desprovistos en muchas ocasiones del material necesario para su protección básica. Y, por si ello no fuera suficiente carga, enfrentándose a unas condiciones de precariedad laboral severas; en muchas ocasiones viéndose obligados a aumentar sus horarios de trabajo, enfrentándose a jornadas que parecen interminables. Así mismo, nuestra solidaridad y compromiso con todo el personal que se está incorporando al sistema de salud, y que llevan sufriendo la falta de un puesto fijo y de condiciones laborales dignas, con el constante ataque y recortes sufridos desde la crisis del 2008, y que tanto estamos pagando como sociedad. Por ello, seguimos haciendo un llamamiento a revertir los recortes y afianzar un modelo sanitario público, universal y de calidad, empezando por el cuidado real a nuestros profesionales, y adoptando las medidas necesarias para capacitarlo en las respuestas que la presente crisis ha evidenciado imprescindibles para el futuro.

Igualmente, el PCE agradece y se enorgullece del esfuerzo de todos los trabajadores que mantienen a flote los servicios esenciales, de nuevo en condiciones en muchos de esos sectores, golpeados por los mayores grados de precariedad y brechas de género, y con ínfimas condiciones de seguridad, que se vienen arrastrando desde hace muchos años y agravadas aún más hoy. Cajeros, repartidores, transportistas, operarios de las industrias alimentaria y sanitaria, jornaleros, personal de farmacias, servicios sociales, limpiadoras, cuidadoras… A todos aquellos que, en los momentos más graves del brote, se han mantenido en su puesto para conseguir que el resto del país pudiese resistir viendo minimizados los efectos del parón. A vosotros y al papel jugado por esas trabajadoras que han asumido el compromiso del trabajo voluntario y solidario en asociaciones vecinales, en protección civil y en todas las iniciativas de ayuda mutua que han ido surgiendo a lo largo de estos días para intentar disminuir los riesgos de los grupos más vulnerables y defender la vida sin dejarse a nadie atrás.

No podemos olvidarnos hoy de quienes han sido utilizados por la patronal para eludir su responsabilidad de colaborar en el mantenimiento de la situación, haciendo gala de una insolidaridad y falta de compromiso social incompatible con el ejemplo de la clase obrera. Hablamos de los que han sido despedidos injustamente, de los trabajadores sin contrato que han perdido su empleo sin derecho a ninguna prestación, de los que se han visto sometidos a un ERE o a un ERTE sin que este fuese necesario, de los que tuvieron que acudir a trabajar pese a poder activarse el teletrabajo, de los que mantienen su jornada habitual pese a no ser esencial. Todas aquellas que han visto empeoradas aún más sus condiciones laborales o que están padeciendo fraudes como estar adscritos a un ERTE y seguir trabajando. Pero hablamos también de los sin derechos, de la economía sumergida, de la situación de miles de mujeres y migrantes. Este Primero de Mayo debe ser un día de reflexión para toda la sociedad, para no renunciar a la lucha por conseguir de una vez por todas un sistema que priorice la vida digna de la gente que nos sostiene a todas, y no el máximo beneficio económico, en demasiadas ocasiones ocultado a los impuestos con los que se sostiene lo público o directamente enviado a paraísos fiscales.

Además, queremos reconocer el papel jugado estos días por los trabajos invisibilizados. Si hay algo que se vuelve importante en medio de una pandemia mundial es el mundo de los cuidados. Luchemos hoy por reconocer la función de aquellos que se ocupan de los más vulnerables y que no ven reconocida socialmente su labor como un trabajo digno y con derechos. Como comunistas nos vemos obligados a librar esta batalla contra el mercado, que sea el valor social y no los beneficios económicos el que determine que es una ocupación y que es esencial.

Y, por último, agradecer el papel jugado por nuestra clase en general. Por su aplauso sanitario, por su saber estar, por su apoyo a los empleados del sector público, por su solidaridad con sus vecinos y por cualquier muestra de unidad y solidaridad demostrada desde el decreto del estado de alarma. Somos nosotras, unidas, quienes hacemos frente al virus. Somos nosotros, unidos, quienes construiremos un mejor mañana.

Categorías: Movímiento Obrero

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